El tercer enfrentamiento entre los hermanos paternos Luthier Blues y Labrado, respectivos Mejores Sprinters argentinos de las temporadas 2021 y 2022, concitaba el máximo interés de la calurosa tarde capitalina.
Y ahora sin tanta desventaja en el plomo, el flete azuleño mantuvo el invicto con Brian Enrique en su montura, postergando por dentro en los tramos finales al potrillo venadense y manchándole por vez primera su foja computable.
La rajadora tuvo a Vida Amorosa firme a la descubierta, a Labrado en su persecución luego de abalanzarse previo a la suelta, y a Luthier Blues tratando de acomodarse por la franja interior tras picar un tanto frío.
A la hora de los gritos, el favorito prevaleció abierto y por un momento pareció resistir el avance del grandote del stud Kirby’s, pero éste a la hora de la verdad puso toda la carne al asador con la fe determinante de su piloto, y a $ 3.75 recuperó el cetro de la recta.
Hubo un pescuezo limpito en la sentencia para el gigante zaino de 5 años, con 2½ cuerpos, 1, 2 y 2½ hasta Humor Jaspeado, Señor Artista, la veloz Vida Amorosa y Monteviejo.
Emotivo festejo del “Picante” en el regreso al podio, compartido por toda la barra del trainer Gonzalo Alberto Sarno, y en su segunda obtención consecutiva del Clásico Irlanda-G3 (1000 mts., 3y+), el hijo de Le Blues (Roman Ruler) y House Rules, por Housebuster (USA), originario del Haras El Paraíso como su escolta, cristalizó el décimosexto triunfo en un campañón de 25 presentaciones.
Un grandioso mano a mano, a tono con los antecedentes de vencedor y vencido. Merecidos aplausos para el veterano titán de extraordinaria vigencia. Un pleito abierto después del apretado fallo. Y el elogio para ambos porque encendieron con su formidable entrega el alma de todos los burreros.

Pablo F. Gallo